Reclamación de tarjetas Wizink

• Tarjeta VISA Oro (antes Popular-e, y antes Citibank).
• Tarjeta VISA Classic (antes Popular-e, y antes Citibank).
• Tarjeta VISA Barclaycard (antes Barclays).
• Tarjeta VISA Classic (antes Barclays).
• Tarjeta VISA Oro (antes Barclays).
• Tarjeta Visa Cepsa.

Cuando la deuda de una tarjeta Wizink, no baja y se llevan años pagando cuotas mensuales, donde la mayor parte es pago de intereses, la única forma de parar esa  deuda interminable, es plantarse, no pagar más y reclamar.

El momento de dejar de pagar a Wizink, es cuando se presenta la reclamación y sobre todo en tarjetas de hace años con pago de muchos intereses. No tiene sentido dejar de pagar a Wizink en caso de tarjetas recientes, donde ni siquiera se pagó el principal gastado. En estos casos se pueden reclamar la usura, pero lo recomendable es seguir pagando las cuotas mensuales, siempre que sea posible.

El proceso de reclamación, demanda y juicio contra Wizink, tarda de media unos 12 meses, pero este plazo puede acortarse o alargarse, dependiendo del Juzgado donde se tramite la demanda. Normalmente, en el Juzgado del domicilio del cliente afectado.

• La principal cláusula abusiva, es la de los intereses para pagos aplazados y disposiciones en efectivo de 26,82% TAE.
• La capitalización de intereses (anatocismo), es decir cobrar intereses sobre los intereses del mes anterior.
• Imputación de pagos, es decir primero se pagan intereses, comisiones y por último principal.
• También son  abusivas las comisiones de cuota impagada y la prima de seguro de protección de pagos.
• Modificación unilateral por el banco de las condiciones de la tarjeta y reglamento, incluyendo el tipo de interés.

De todas estás cláusulas abusivas, la de intereses remuneratorios y su capitalización, es la que tiene mayor trascendencia económica, y se puede reclamar para anular los intereses y recuperar lo pagado de intereses, comisiones y seguro.

• Hasta que un Juzgado declare que la tarjeta Wizink es abusiva o usuraria el contrato sigue en vigor y por lo tanto sigue siendo obligatorio pagar los recibos.

  No obstante, si por tus circunstancias no puedes atender el pago, el hecho de dejar de pagar no impedirá que el caso tenga éxito en los Tribunales.

  El único inconveniente que conlleva el impago de los recibos es que la financiera puede intentar inscribir tus datos en un fichero de morosos, así como comenzar a llamar insistentemente reclamando el pago. También es posible en algunos casos que pretendan aplicar un interés de demora por impago.

  Más allá de esto, si el Juzgado nos da la razón, la deuda desaparecerá (al menos la que exceda del dinero que hayas gastado) y con ella todas las consecuencias negativas mencionadas.